Poseyó dos nombres y dos situaciones geográficas distintas, el actual Garbajosa y Garbajosilla enclavado al otro lado de su vega, allí sus pobladores encontraron refugio de los vientos del norte y abundante agua, pero se abandono por el actual debido algún fenómeno natural.
Sus restos fue excavados a principios del siglo XX por el Marqués de Cerralbo. Lo encontrado allí se encuentra expuesto en el museo que lleva su nombre en Madrid.
Estas tierras fueron pobladas por los primitivos Iberos y celtíberos, los Tittos, dejando su huella, como el Dolmen de la Huerta Vieja, así como Los Majanos y en el camino del pinar el enclave de los Casares.
Los Romanos abrieron vías de comunicación con Medinaceli; los árabes también dejaron su impronta consolidando estas tierras como paso obligado con Aragón por el camino de los Arrieros.
En las faldas de la Sierra Ministra, se extiende la amplia llanura de Monte Chaparro, zona calcárea que aprovisiona de aguas al río Jalón. Lugar de singular belleza, destacar la Peña de los Estudiantes con increíbles formaciones geológicas. Hacia el sur el Pinar, y La Cueva de los Lobos, con una gran sala, otra menor y varias galerías sin explorar. Al otro lado, Las Chorreras, grandes peñas y a sus pies fuentes de aguas cristalinas.
En su caserío, el color rojizo de la piedra de sus edificios de recios muros, de dos plantas y abuhardillado para granero. Destaca su Iglesia del siglo XVI de planta rectangular, de estilo plateresco. La filigrana renacentista de la portada, se adorna en arco adovelado, en columnas con capitel corintio, en cruces y laureados escudor, ornatos que encartelan una leyenda, "AVE MARIA CELORUM, AVE MARIA ANGELORUM", jacolutoria de alabanza a la Madre de Dios, Reina de los Cielos y de los Angeles. El retablo mayor es una delicada joya del barroco popular castellano-aragonés, con impecable dorado y una serie de tallas que preside la imagen de San Miguel lanceando al diablo.
La plaza del pueblo sorprende por la verticalidad desafiante del frontón castellano, de una sola pared levantado en mampostería con sillar en los extremos que podría confundirse con cualquier construcción tradicional del entorno.
Destacar en la entrada del pueblo el cementerio y su ermita de la Virgen de la soledad.
Fiestas: San Roque, La Octava del Corpus.